La glándula pineal, centro de poder que debemos activar.
- Mariluz Calafell, publicación revista El Buscador
- 31 may 2015
- 5 Min. de lectura

¿Qué pasaría si tuviéramos la certeza de que tenemos no solo la capacidad sino el poder de CREAR la vida que deseamos?
¿Cambiaría algo si supiéramos que podemos ser más felices o serlo por más tiempo?
¿Si supiéramos que podemos mantener la paz y armonía independientemente de las circunstancias exteriores?
Si tuviéramos la certeza, a través de la experiencia, de nuestro poder creador en co-creación con campos de perfección, afirmo que nuestra vida y nuestro entorno serían muy distintos.
La Glándula pineal, denominada también como epífisis, está ubicada entre los hemisferios cerebrales con tamaño no mayor a una lenteja y peso aproximado entre 100 y 200 mg. Produce varias hormonas, la más conocida es la melatonina, con propiedades como regulación de los ciclos sueño-vigilia, regeneración celular e incremento del sistema inmunológico; también se relaciona a los ciclos de crecimiento y desarrollo sexual. Cumple de manera normal un ciclo biológico en el que la segregación de las hormonas va disminuyendo con la edad al calcificarse el órgano. Cabe mencionar que su flujo sanguíneo es uno de los más intensos del cuerpo humano y es la única parte del cerebro no duplicada.
A la pineal también se le ha atribuido un rol espiritual en muchas culturas y religiones a través de los siglos. El filósofo francés René Descartes (1596-1650) la consideraba el asiento del alma y la responsable de la correcta comunicación entre el cuerpo y su entorno. Para los Hindúes la glándula pineal está vinculada con el tercer ojo, el órgano de la clarividencia, de las intuiciones y las premoniciones. Se relaciona con el sexto chakra llamado Ajna. En el Budismo se le considera el órgano por el cual el alma ingresaba al cuerpo en el momento del nacimiento en cada reencarnación. Se le conoce por distintos nombres: el Ojo de Horus, el Ojo de Osiris, la Visión del Ciclope, el Ojo de Dios y el Ojo que Todo lo Ve, entre otros. Todos ellos en coinciden en que en este punto del cerebro humano está la clave que permite la conexión con un plano superior de conciencia.
Pero vayamos un poco más profundo y remitámonos al título: Un centro de poder que debemos activar. Para comprender esta frase debemos ampliar la concepción que tenemos de nosotros mismos. Estamos acostumbrados a definirnos en base a lo que vemos: a nuestra personalidad y a nuestro vehículo físico. Creemos que lo que vemos es lo que somos cuando en realidad nuestra manifestación en este campo es limitada ajustándose a la vibración de un campo atómico que se manifiesta en polaridades pero que no es nuestra verdadera identidad. Nuestra verdadera identidad es Luz, somos Seres Energía Luz hechos a imagen y semejanza de un Arquetipo Uno Creador Perfecto.
Somos seres perfectos en nuestro verdadero origen desempeñando roles dentro de escenarios limitados. Es nuestra identificación con esta “realidad aparente” lo que nos lleva a crear desde la limitación de la polaridad: acierto-error; salud-enfermedad; amor-odio, etc.; a crear dentro de las limitaciones autoimpuestas que nos llevan a creencias limitantes: “no puedo”, “no tengo”, “es complicado”, “es imposible”, “es lo que es”.
Quizá en este momento se están preguntando ¿Y qué tiene que ver la Glándula Pineal en todo esto?
Muchos seres han comprobado que existe la forma de salir de las limitaciones cuando recuperamos nuestra identidad original y nuestro poder creador en Co-Creación con Campos de Perfección. Es entonces cuando podemos modificar los resultados de nuestras creaciones que no nos gustan y que no apoyan nuestro avance para sustituirlos por resultados benéficos para nosotros y nuestro entorno, de manera que al beneficiarse uno se beneficia el planeta. Y en esta recuperación la pineal tiene un gran rol.
La glándula pineal es el resultado a nivel biológico de un centro pineal energético del equipo electrónico del Ser Energía Original que somos. Esto significa que la pineal vibra en la frecuencia del Ser Energía y para ser activada debe elevar su frecuencia vibratoria hasta hacer saltar el sello de memoria del centro energético. No es magia, es el resultado de una decisión consciente de la persona que aunado a la aplicación de las claves correctas detona el encendido del equipo electrónico que somos. Y ahí es cuando el milagro comienza al recuperar el poder creador cada vez más cerca de la perfección, lo que no es otra cosa que aplicación de Leyes.
Ahora bien, ¿cómo se logra? Primero debo comenzar diciendo que la verdadera activación del centro pineal no depende de factores externos como pueden ser sustancias, imágenes en 3D, sonidos, presiones oculares y muchas otras técnicas que entran dentro del apartado de estimulaciones de la pineal, que si bien pueden tener algunos efectos, generalmente fenoménicos, no son de carácter permanente ni de beneficio en la vida misma y el entorno.
Nuestro vehículo físico es un equipo electrónico, que tiene carga, que tiene corriente, que genera un campo electromagnético a su alrededor. Al reconocer esta condición aunada al reconocimiento de ser hechos a imagen y semejanza de un Arquetipo Creador Perfecto y dando las claves correctas podemos encender el circuito pineal-pituitario que nos lleva a recuperar la memoria ancestral de nuestro verdadero origen.
El Método original Cyclopea de Activación Interna de la Glándula Pineal creado por Fresia Castro permite este encendido a la frecuencia original devolviendo su poder creador al Ser en Co-creación con campos de perfección, con nuestro verdadero origen. Esta fórmula permite crear de forma más perfecta en todos los ámbitos de nuestra vida, saliéndonos cada vez más de la polaridad en que vivimos y manifestando cada vez más lo extraordinario de forma cotidiana. Es una técnica simple y directa que se imparte desde 1991 en distintos países alrededor del mundo y que ha beneficiado la vida de miles de personas. Es ciencia y espíritu dirigidos hacia un mismo fin de recuperación de nuestra identidad original. Es la activación permanente del circuito pineal-pituitario que devuelve al ser sus potencias creadoras para manifestar la vida que desea.
Este Método nos permite ir más allá del 10% de nuestra capacidad cerebral. Quienes la aplican tienen efectos positivos y verificables sobre la capacidad de manejar situaciones de estrés, se llegan a sanar enfermedades, se maximiza el potencial creativo y se accede a la realidad espiritual superior que nos es inherente.
¿Una moda pasajera?
Es cierto que en el devenir histórico la pineal ha pasado por periodos de absoluto olvido y otros de mayor esplendor. También es cierto que cuando se logra comprender que el rol de la pineal va más allá de su función biológica limitada en esta experiencia humana es claro el por qué de estos periodos. Hoy se sabe que la Tierra está elevando su frecuencia vibratoria por un proceso cósmico que involucra al Sol físico; el mismo proceso que favorece acceder a esta información, y a recuperar nuestro modelo original. Es una gran oportunidad que debemos aprovechar para no vernos afectados por la polaridad que tanta lucha nos genera llevándonos a resultados erróneos la mayoría de las veces. Es volver a la verticalidad.
NO es una moda pasajera porque la humanidad hoy está preparada para recibir las claves que nos permiten avanzar hacia la meta; manifestar el Cielo en la Tierra dicen algunos.
Cada vez seremos más los que constataremos a través de la experiencia que es posible crear milagros en nuestra vida cotidiana ya sea para encontrar un lugar de estacionamiento, para cerrar un negocio, para tener mejores relaciones, para conseguir un mejor trabajo, para sanar una condición biológica o estado emocional, para mantener la armonía, para tomar mejores decisiones, para tener mayor acceso a la verdad global, para incrementar nuestra comunicación con Campos Superiores, etc. Todos podemos recuperar nuestro modelo original, todos en algún punto debemos de manifestar la Perfección que somos. Las claves están dadas, es nuestro libre albedrío acceder a ellas o no. ¿Usted que elección hace?
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